30 de agosto de 2014

¡Que viene el lobo! y 3.- La pesadilla de los ganaderos

Pero no era la norma que los ataques de lobos causasen víctimas humanas, solo entre los animales domésticos. Fueron constante medio de preocupación el medio rural, y la última presencia de lobos la detecto en 1931, gracias al “Heraldo de Madrid” del 9 de diciembre:

“TERUEL, 9.- En el pueblo de Riodeva el vecindario está aterrorizado ante la presencia de los lobos, que por las noches asaltan los corrales y matan a los animales domésticos. El alcalde ha solicitado que se le autorice para la defensa por envenenamiento”.

No siempre son informaciones del apartado de sucesos, por ejemplo en “El Turolense” del 24 de julio de 1877 se cuenta lo siguiente:

“Hemos tenido ocasión de ver una loba, bastante desarrollada y unos dos meses de edad, que lleva sujeta con una cadena, un hombre del pueblo de Noguera, cuyo animal, según parece, fue cogido por otros dos de su misma clase, en el expresado pueblo, y por el sujeto que lo conduce”.

Muchas eran las bajas que provocaban en el ganado, pues al penetrar en un corral ocasionaban auténticas masacres. Y alguna situación apurada como la que narra el mismo periódico el 5 de abril de 1878:

“Dirigiéndose un vecino de Calaceite desde esta villa a Castelserás, se vio acosado días pasados por un lobo, al que no logró ahuyentar sino después de haber encendido una hoguera”.

En abril de 1877, “El Turolense” denunciaba lo siguiente:

“Hace cuatro o cinco meses que el territorio comprendido especialmente entre los partidos judiciales de Mora, Aliaga, Montalbán y Teruel vaga una manada de hambrientos lobos que producen diariamente considerables bajas y pérdidas grandes a la ganadería y hasta el terror entre los campesinos del país, porque tal es la nunca vista audacia de aquellas fieras a que los pueblos rurales no pueden perseguir y exterminar como lo conseguían otras veces, en especial por carecer de armas de fuego”.

El mismo año, en noviembre, se da cuenta de otro grupo de lobos por las inmediaciones de Orihuela del Tremedal:

(…) Que ha matado en poco tiempo más de 200 reses. En la noche del domingo último pasado, sin ir más lejos, degollaron aquellas fieras 20 cabras pertenecientes a un conocido propietario de dicho pueblo”.

También en el 87, vemos noticias de la captura de un gran lobo en Camarena y de los destrozos causados por estos animales en dos parideras de Corbalán.
Porque, las crónicas del año siguiente, sitúan a los lobos muy cerca de la capital; se habla de una manada de siete lobos, y hay constancia de su actuación en Valdecebro, Corbalán, Villalba Baja, Tortajada, Formiche Alto... Y vean esta curiosa noticia publicada por “La Provincia” el 7 de septiembre de 1879:

“En un barranco cerca de esta ciudad se ha encontrado un lobo muerto a consecuencia, según dicen, del terrible pedrisco que descargó en esta capital y sus contornos el 31 último”.

En los veinte últimos años del siglo XIX, las noticias sitúan a los lobos en lugares tan variopintos como Bañón, Híjar, Valdelinares, Calanda... Pero el cercano Corbalán parecía ser sitio asiduo de estos cánidos. Concluimos con “La Verdad” del 9 de abril de 1893:

“Ha sido autorizado el Ayuntamiento de Corbalán para poner bolas de estricnina en los sitios convenientes y con las precauciones debidas, para la destrucción de los lobos que vagan por aquel término municipal”.


Víctimas de un ataque de lobos contemporáneo en Salamanca, el año 2011 (www.salamanca24horas.com)

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